“Siempre le decía cosas, pero Juan nunca contestaba porque es de muy bajo perfil y no le gustan los problemas”, dijo Silvia Z. ayer como una manera de entender lo que le había pasado a su sobrino, J. Z.. El hombre, de 38 años, terminó desfigurado tras el ataque a ladrillazo de un vecino, según acusó su familia. La tía contó que el agresor hostigaba al herido por su condición sexual desde hace muchos años.
El hecho ocurrió el jueves por la tarde, cuando J.Z. salía de su casa ubicada en Blas Parera al 800, en la capital, y se dirigía a una panadería. Ayer permanecía internado en terapia intensiva en el hospital Padilla. La familia informó que fue sometido a una cirugía para reconstruir la mandíbula y que le realizaron 45 puntos en la cabeza para cerrar una herida. También le suturaron el pómulo y corre riesgo de perder el ojo izquierdo.
La tía contó a LA GACETA que se había efectuado una denuncia por la agresión en la comisaría 10ª, pero que hasta ahora no se había concretado ninguna medida en contra del acusado.
“Cuando los testigos fueron a la vivienda de este delincuente a pedir una explicación, estaban los policías custodiando la casa. Él se escapó por el pasaje de atrás y mi vecina me dijo que lo esperaba una moto de la policía”, manifestó la mujer.
Ramiro Granado, director del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi Tucumán), explicó que los familiares se acercaron a realizar la denuncia ante el organismo y que a partir de ahora se iniciaría una investigación para determinar si el ataque fue producto del odio, en este caso, debido a su condición sexual. “¿Quién no repudia este tipo de violencia? Nada puede justificar estos actos. Considero que tiene que ser producto de una homofobia y de que el agresor no está en su sano juicio”, remarcó.
Además, el funcionario aseguró que desde el organismo repudian este tipo de sucesos de violencia, mucho más si hubiera sido motorizado por un acto discriminatorio. “No se puede vivir en una sociedad que no respeta la diferencia”, sentenció.